Te esperaré, sé que estás ahí, lo presiento, y aunque te busco y no te encuentro, sé que existes más allá, donde aún no he llegado.
Este amor tan intenso que guardo debe tener destinataria, me niego a desechar ese anhelo que llena mis días, que desvela mis noches.
Te imagino cerca o lejos, expectante y perdida, sin hallarme ni en el espacio ni en el tiempo, y te envío una señal con el viento en suspiro.
Sé que no me escuchas, pero puede que me sientas como yo te siento.
En qué dirección lanzar a la brisa mi llamada, por si la oyes.
A veces, frente al mar, te percibo en las olas y en las caracolas que la marea agita en calma noche tras noche, y ese batir de espuma en los acantilados me trae tu voz que clama por ser mi sal y mi arena, verbo que recala en la gruta de mi pena.
Te respondo en grito de silencio, se devuelve el eco rebotado , y busco el horizonte, mi mirada navegando mar adentro; ausente está mi corazón sin tu presencia, los ojos secos de tanto llorarte; pero resistiré las embestidas de mi infierno, sobreviviré a ausencias y lamentos hasta que el destino se apiade o hasta que el azar nos redima nuestro duelo.
Nunca será tarde,creeme. para tocar el cielo.
Te encontrare...
¡Por supuesto que la encontrarás!
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