Hace mucho que no me quiero.
Ni de cerca,
ni de lejos.
Cualquier día me levanto y convierto mi vida en el poema más bonito que hayas llorado nunca.
Cualquier día me levanto y convierto mi vida.
Cualquier día me levanto.
Soy demasiadas cosas por hacer
pero ninguna por terminar.
Soy el tropiezo antes de la caída,
y la lágrima que precede tus tormentas.
Me estoy quedando en nada que decir.
Soy de los que dan demasiado y promete que la próxima vez no sera así, y termina siendo.
Me levanto con el pie izquierdo y sonrío con el derecho,
y que salga el sol por dónde quiera
que yo sigo lloviendo y pudiendo con lo que venga..
Tengo heridas abiertas,
libros cerrados
y mucha imaginación.
Soy el perro y el gato juntos
y revueltos.
Soy mi maldita violencia indiscriminada que me mata en forma de caricias.
Soy la puerta de atrás,
el escalón más alto
y la ventana al vacío.
Soy mis ganas de.
Pero lo más importante es que soy,
y punto.
He tocado fondo,
y me quedo.
Porque aquí soy el amor de mi vida.
Porque, al fin y al cabo, todo lo bonito está en el fondo.
Y en el fondo, me quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario